El 11-S y sus secuelas musicales
El 11 de septiembre de 2001 supuso, para el mundo, el comienzo de una
pesadilla internacional. La agresión terrorista contra Estados Unidos
cambió políticas, generó conflictos, modificó incluso la vida cotidiana
de millones de personas. Pero además, dejó en los americanos una clara
sensación de vulnerabilidad: el terrorismo había llegado al corazón de
América.
Por esos complicados mecanismos de la sociología una
oleada de patriotismo invadió las cadenas de radio y la música se tiñó
de blanco, azul y rojo, los colores de la bandera de barras y estrellas,
para recordar a las víctimas del 11-S.
En aquellos días las emisoras vetaban canciones que pudieran
exacerbar la sensibilidad herida de la población, e incluso prohibían
inocentes canciones solo por llevar la palabra "avión" o "vuelo" en su
letra. Por contra, Enrique Iglesias encontró en "Héroe", la manera de
escalar las listas de éxitos. Solidaridad y marketing propiciaron
diversos lanzamientos: El 16 de octubre se publicaba God Bless América,
semanas más tarde otro disco recogía el concierto que acogió el Madison
Square Garden para homenajear a los héroes de la Gran Manzana. El
tercero en aparecer, el 4 de diciembre, fue ''America: A Tribute To The
Heroes'', encabezado por éste "My City Of Ruins"
de Bruce
Springsteen.
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