Últimamente, con las nuevas tecnologías y las crecientes inquietudes de los djs, eso de remezclar un tema se ha puesto súper de moda. Además, a quienes nos dejamos ver por las discotecas los fines de semana, nos parece inconcebible un disc jockey que no nos dedique algún suculento remix.

Por eso, cada fin de semana nos entregamos en cuerpo y alma a los remixes que nos pinchan, porque los conocemos pero no. Es decir, son temas conocidos aunque con el factor sorpresa que siempre conlleva la remezcla.

A veces un remix sirve para terminar de confirmar que una canción es un verdadero éxito. Podríamos hablar de muchas pero la versión de Afrojack del Sexy Bitch de Guetta y Akon es un ejemplo claro. Sexy Bitch ya fue concebida como rompepistas antes de que llegara su versión más discotequera de la mano de Afrojack, que “ahora uno de los djs más famosmos y con más remezclas a sus espaldas. Le da energía y contundencia a canciones que en su versión original son más soft”, nos cuenta Óscar.

ambién ha sido un verdadero pelotazo el remix de Swedish House Mafia para una de las canciones del último disco de Coldplay: Every Teardrop Is a Waterfall (Swedish House Mafia Remix) que combina el pegadizo ritmo de la canción con unas bases pensadas únicamente para no para de bailar.

El caso de Beyoncé con Run the world (girls) fue distinto. Aquí el remix fue un intento de relanzar una canción que no había tenido una buena acogida desde sus inicios. Fue un tema poco celebrado en su lanzamiento, cayó como un tema extraño, y lo lógico para alguien como Beyoncé, que es una máquina de hacer hits, era darle una oportunidad más: como remix. Se encargó Dave Audé, uno de los djs y productores más prolíficos en USA, donde ha trabajado con casi todo dios.

Hay quien se sirve de los remixes para dar rollo a una canción lenta pero bonita que está pidiendo a gritos ser bailada. Es el caso de la querida pero odiada Lana del Rey cuyo remix de su canción lenta Blue Jeans a cargo de dos miembros de Foster The People en su proyecto como djs, que suena así:

Para otros, sin embargo, el remix no es una necesidad sino una vocación. Son los creadores de una de las remezclas que más nos han marcado a todos últimamente: la versión de LMFAO para el Give me all your luvin de Madonna. Que la reina del pop y los reyes de la fiesta trabajen juntos solo puede dar como resultado un remix bárbaro, que elimina guitarras e inyecta dance a la versión de estudio, raperas incluidas. Por algo será que Óscar Martínez lo pincha en todas sus sesiones.